Columna: ¡ LA GRAN FINAL !

Por Cristopher Antúnez S.

Despierto… veo la hora: 03:44. Pienso media hora en la final y logro dormir otra vez.  Nuevamente me despierto y el reloj marca implacable las 5:00 am. Lo intento, pero ya no puedo seguir durmiendo, así es que comienzo a recordar aquellas jornadas de emotivos triunfos y también tristezas, y a imaginar lo que se viene el día de mañana.

La Católica es el rival a vencer, el mismo de las liguillas del ‘92 y ‘98, y de esa final del 2005.

Algunos menosprecian al club de la franja porque lo consideran “muy chico” cómo para compararse con la U de Chile. Tampoco faltan aquello que los niegan: “No es clásico del Bulla” me comentó un acérrimo hincha. El punto es que para mí (y respeto también a quienes estén en desacuerdo con esta postura), la UC es absolutamente un rival clásico. 

En primer lugar, ambos clubes representan a las 2 universidades más tradicionales del país. Colo Colo en este punto tiene categoría de Liceo. (Con mucho respeto a estos dignos establecimientos)

En segundo lugar, ambas casas de estudio dieron vida al hermoso clásico universitario que en los 60’s lograba reunir a miles de personas en el Estadio Nacional, a los cuales asistía público que en ocasiones se interesaba más por el extraordinario espectáculo que por las demostraciones de fútbol.

En tercer lugar, el gran enemigo del mejor equipo de la historia de la “U” (Ballet Azul) fue la UC. No cabe duda alguna de esto.

En cuarto lugar, la UC, que se vanagloriaba de ser “Los caballeros cruzados”, no tuvo empacho en perder de local 5-1 frente a Unión Española (Rival directo de la “U” en la tabla) y con esto provocar el descenso de los azules.

Podría seguir enumerando razones, sobre todo considerando la extraña particularidad de los hinchas cruzados en cuanto a sobredimensionar a un equipo que, en estricto rigor, no puede competir con la “U”, más aún si consideramos que ya no es dueño del complejo San Carlos de Apoquindo. (Su gran chiche)

Ahora… ¿Creo que la “U” será campeón?

Si considero el rendimiento, el estado actual, las individualidades y la confianza que he visto en los jugadores esta semana en el CDA, si. Esto no quiere decir que me adelante y ya esté reservando un restaurant para celebrar el domingo o que me imagine en la Plaza Italia arriba del caballo, no. Los jugadores hablarán en la cancha mañana a las 20:00 y el domingo a las 17:00.

¿Qué pasa si perdemos esta final?

Se me viene a la cabeza el recuerdo de aquel 2 de julio de 2006, donde asistí a una de las jornadas más tristes y traumáticas para cualquier hincha de la “U”. Después de ese partido me fui mascando la rabia camino a mi casa, repasando una y otra vez el fatídico penal de Candelo… ¡¡Cuántas ganas tenía de tomarlo del cuello y preguntarle el cómo pudo ser tan irresponsable, cómo pudo jugar con las esperanzas de todo un pueblo azul que sin dudas merecía esa final!!

Cuando por fin llegué a mi casa, me bajé del auto, abrí la puerta del jardín y desde dentro emerge corriendo mi hijo José Pablo (en ese tiempo de 4 años), me abraza y me dice: “¡Papá, somos de la “U” y es lo único que importa!”… 4 años y me estaba dando una lección de vida, porque es cierto: SOMOS DE LA “U” y más allá de cualquier resultado. Podemos sufrir, llorar, gozar, estremecernos, reír y luego de esto, volver a nuestra realidad azul, una realidad que nos invita a seguir estos colores convencidos de que amamos algo superior a una cantidad de estrellas, mucho más importante que una copa en una vitrina, y más profundo que una frase fría, ordinaria y básica como “eterno campeón”.

Pase lo que pase, recuerden a José Pablo… ¡¡SOMOS DE LA “U”!!